Es pública y notoria la insuficiencia que afecta severamente al ejercicio de la Carrera Profesional de Derecho y al sistema de administración y justicia. Se refleja ello en la opinión ciudadana, en las encuestas, en las noticias, en los artículos de prensa de los entendidos y en tanta decepción y desilusión de miles y miles de peruanos.
Sin duda, no son pocos los agentes probos e idóneos que actúan en el ejercicio de a abogacía y en la gestión administrativa de justicia. Pero la corrupción, la ineficiencia, la ineficacia y otras taras, superan ostensiblemente los esfuerzos de quienes han hecho de la profesión del derecho, un auténtico compromiso de vida y del servicio honesto a la sociedad.
El principal objetivo es formar profesionales en el Derecho de la Abogacía con una sólida preparación moral, académica, intelectual y cultural; debidamente aptos para la defensa, la investigación y la docencia; así como para el trabajo dentro del sistema judicial y, en general, para su desenvolvimiento en la actividad pública y privada.
Formar profesionales en Ciencia Política para el gobierno, conocedores y aptos, que procuren un cabal desempeño en la Administración y Gestión Pública, y en las Relaciones Públicas Internas y Externas, de modo que sean agentes de justicia y de desarrollo.